Las influencias y momentos clave de la Revolución Francesa y la Guerra de Independencia Americana en 1789.

Entre la Revolución Francesa y la Guerra de Independencia de América, hubo influencias significativas y factores comunes que vincularon ambos movimientos. En 1789, Estados Unidos obtuvo su independencia del Reino Unido, mientras que en el mismo año, Europa se vio sacudida por la noticia de la toma de la Bastilla, marcando el inicio de la Revolución Francesa. Estados Unidos se convirtió en la primera república federal del mundo después de obtener la independencia, estableciendo un ejemplo de que las personas podían gobernarse a sí mismas sin un rey.

La Revolución Francesa involucró una mayor variedad de personas, intereses e ideas en comparación con la Guerra de Independencia Americana. Esta diversidad llevó a que la Revolución Francesa sea considerada el punto de partida de la Edad Contemporánea, a pesar de la importante importancia histórica de la Independencia Americana. Ambas revoluciones fueron influenciadas por las ideas de la Ilustración y el deseo de establecer un régimen que permitiera a los ciudadanos ejercer plenamente sus libertades.

Tanto la Revolución Francesa como la Guerra de Independencia Americana trajeron cambios notables a la organización política y social de las sociedades en todo el mundo. Estos eventos demostraron que los individuos podían asegurar derechos fundamentales para mejorar su calidad de vida.

Durante los siglos XVII y XVIII, muchas personas abandonaron Inglaterra y se establecieron a lo largo de la costa atlántica de América del Norte, formando trece colonias con lazos comerciales y culturales con Inglaterra. Cada colonia tenía una gran libertad en autogobierno y práctica religiosa, con diversos grupos religiosos como católicos, anglicanos, puritanos y cuáqueros estableciendo comunidades.

Después de que el Rey Jorge III de Inglaterra y sus aliados ganaron la Guerra contra Francia en 1763, surgieron tensiones cuando el gobierno británico impuso impuestos a las colonias americanas para cubrir gastos militares. Los colonos exigieron representación en el Parlamento si iban a pagar impuestos, lo que llevó a un rechazo por parte de las autoridades británicas. Esto provocó desacuerdos entre los colonos, con una parte significativa deseando independencia.

Durante la Revolución Americana, George Washington fue elegido como comandante del ejército colonial, con el apoyo de Francia, España y los Países Bajos. El conflicto se extendió más allá de las batallas terrestres a enfrentamientos navales y territorios británicos en todo el mundo. Las fuerzas estadounidenses, con características únicas en su lucha contra los británicos, recibieron ayuda de varias potencias europeas.

La Guerra de Independencia de los Estados Unidos duró 13 años, durante los cuales el ejército estadounidense enfrentó graves desafíos como la falta de dinero, equipo, comida y ropa. El conflicto terminó a favor de los estadounidenses, lo que llevó a intensas campañas dentro de las colonias centradas en ideas, política y diplomacia. En 1789, la mayoría de las colonias aceptaron la Constitución de los Estados Unidos y George Washington fue elegido como el primer presidente, marcando el nacimiento de la primera república contemporánea.

En el mismo año en que se firmó la Constitución de los Estados Unidos, estalló la Revolución Francesa en Francia. Los esfuerzos de la monarquía francesa por apoyar la independencia estadounidense irónicamente avivaron la revolución en Francia, empeorando la situación económica del país. La revolución en Francia llevó a varios regímenes políticos, incluyendo el gobierno de asambleas, la convención, el directorio y el consulado. Napoleón Bonaparte surgió dentro de los 14 años de la revolución, estableciendo un gobierno monárquico que se desvió tanto del antiguo régimen como de los ideales revolucionarios.

Los movimientos revolucionarios, como los de Estados Unidos y Francia, a menudo son desencadenados por la insatisfacción con el desempeño del gobierno, lo que lleva a una importante agitación entre la población. Las revoluciones ocurren cuando el gobierno está debilitado o en crisis, similar a cómo una enfermedad debilita a un individuo. Estos movimientos tienen como objetivo abordar circunstancias adversas para una parte significativa de la población, lo que resulta en el avance de derechos importantes y en la progresión de la democracia a nivel mundial.

Las revoluciones francesa y estadounidense jugaron un papel crucial en dar forma a la historia y desarrollo de la democracia a nivel mundial. Sin estas revoluciones, el progreso de la democracia se habría retrasado significativamente. Estos movimientos históricos han allanado el camino para importantes derechos disfrutados hoy en día, resaltando el impacto transformador de las acciones revolucionarias en la sociedad.